Un sueño para Papudo

Un sueño para Papudo

Con más de 40 años de experiencia en el sector inmobiliario, nuestro director se acerca para conversar sobre uno de sus proyectos más queridos: Punta Puyai.

Juan Carlos Latorre es un hombre cuya carrera ha estado marcada por la pasión de transformar y fomentar el avance urbano en nuestro país. Lo que lo ha convertido en una de las principales figuras del desarrollo de infraestructura crítica en Chile, en el último tiempo.

Mientras esperamos a que llegue su café, hacemos un breve repaso de su legado y nos asegura que el desarrollo del Valle Norte de Santiago es sin duda alguna uno de sus mayores logros.

Imagínate tú que hoy Chicureo es una zona reconocida y en constante expansión. Todo gracias a que pudimos gestionar y accionar los procesos necesarios para su desarrollo oportuno, nos cuenta con una mezcla de orgullo y humildad.

Este proyecto no solo implicó la instalación de sistemas de agua y alcantarillado, sino también la creación de infraestructura básica esencial en la zona. Gracias a esta inversión, el norte de la Región Metropolitana hoy permite la residencia a más de 150.000 habitantes.

Los comienzos de Punta Puyai

—Cuando vimos por primera vez la playa de Papudo, no nos lo podíamos creer. Era una cuestión fantástica, con una extensión maravillosa, un oleaje muy agradable y seguro para la familia. Inmediatamente nos preguntamos ¿Por qué no podíamos hacer que las familias lo pasaran regio aquí? Nuestra imaginación en ese momento dio para mucho, pero concluimos que este lugar tenía mucho qué ofrecer a la región de Valparaíso—, nos comenta Juan Carlos.

Desde los años 90, Prohabit, vio en Papudo una prometedora oportunidad de expansión demográfica sustentado en el increíble atractivo turístico que ofrecían los balnearios del norte de Valparaíso. En los ojos de Juan Carlos, Papudo, situado a solo 170 km al norte de Santiago, tenía el potencial para transformarse en un destino residencial y de veraneo comparable a los principales balnearios turísticos del país, como Viña del Mar o La Serena.

—Cuando llegamos, Papudo era un pueblo con muy poco desarrollo. No contaba con un sistema de alcantarillado robusto, en la zona se había hecho una costumbre el arrojar aguas servidas al mar, por lo que tuvimos que partir desde lo más básico—, nos añade.

El plan inicial era gestionar y construir los cimientos necesarios para edificar una comunidad robusta a solo pasos de este exclusivo balneario de extensas playas, aguas claras, tranquilas y arenas finas.

Hoy, a 30 años desde el inicio de las construcciones, Punta Puyai cuenta con más de 30 complejos inmobiliarios que albergan a más 2.200 familias.

El café finalmente llega.

—El inicio no fue sencillo. Tuvimos que hacernos cargo de un sistema de alcantarillados muy básico en la zona. Antes, Papudo contaba con agua potable 4 horas al día. Como empresa nos dedicamos a eso en una primera instancia: a asegurar el agua para todos—, nos comenta Juan Carlos, mientras calienta sus manos alrededor de la taza.

Al completar los trabajos de la ampliación de la planta de agua, en el 2007, Papudo comenzó un vertiginoso aumento de su población y nuevas comunidades se fueron forjando.

—El desarrollo y la búsqueda de nuevas activades económica llegaron de inmediato: el comercio se reactivó, la tradicional caleta empezó a cobrar otro sentido de pertenencia dentro de la comunidad, el paseo peatonal comenzó a tener relevancia como punto de encuentro y pequeños puestos fueron dando vida y vibración al centro de Papudo. Lo que fue un clásico balneario-puerto lentamente se comenzó a convertir en un balneario familiar—, concluye finalmente nuestro director, atreviéndose a tomar el primer sorbo de café.

Legado y compromiso

En diciembre del 2005, la Región Metropolitana inauguraba su nuevo Acceso Norponiente a Santiago. Una obra que estuvo a cargo de Itinere Chile S.A.

Hoy dicho radial recibe el nombre de Autopista Norponiente, una ruta de 21,5 km que contempló la construcción de ocho túneles que conectarían los sectores de La Dehesa, La Pirámide, Las Condes, Peñalolén, Providencia y Colina.

Esta inversión de más de 130 millones de dólares hoy beneficia a más de 300 mil habitantes y facilita más de 5 millones de viajes anuales en la capital. La conexión incluye accesos cruciales para Santiago, como los pasos a la Ruta 57 y la Ruta 5 Norte.

En paralelo a la construcción de esta autopista, el proyecto de Valle Norte, emplazado en el Valle de Chicureo comenzaba la urbanización de un total de 1.600 hectáreas.

—Lo normal es que primero las familias se vayan a vivir al sector para que después el comercio y los servicios se instalen sin planificación alguna. Lo que quisimos crear aquí, en Valle Norte, era generar una propuesta totalmente planificada que viniese incorporada con colegios, servicios y vías de desplazamiento para todas las familias—, nos comenta.

Hoy Valle Norte cuenta con 1.600 hectáreas de urbanización, otras 540 fueron destinadas para parcelación y 560 fueron dedicadas a una reserva ecológica. Haciendo de este proyecto una superficie que considera cuatro veces más áreas verdes por habitante a lo que hoy ofrece Santiago.

 

Un sueño para Papudo

A esta altura de la conversación, la taza de café estaba a medio tomar. Asumí que ya debía estar fría.

—Y en Papudo ¿la misión era la misma? —, le pregunté.

Hubo un breve momento de silencio. Luego Juan Carlos asintió tenazmente.

—Pero queremos ir más allá —, respondió mientras una genuina sonrisa empezaba a asomar en su rostro.

Pese a que Papudo ha crecido exponencialmente, el plan es llegar a hacer de esta comuna un ejemplo a seguir en otras latitudes del país.

—Nuestro enfoque de desarrollo urbano va orientado a dar solución a las nuevas necesidades de las familias y para eso debemos promover una comunidad sostenible y autosuficiente. En Prohabit hemos impulsado tenazmente la creación de un escenario propicio para generar este tipo de calidad de vida —, asegura.

—Junto a la Municipalidad de Papudo, y a las otras inmobiliarias del lugar, hemos llegado al consenso que tenemos que crear extensas redes de ciclovías y así reducir al mínimo el uso de automóviles dentro del desplazamiento en la comuna. Nuestra visión es clara: convertir Papudo en una comunidad sostenible y autosuficiente, donde todos los servicios esenciales estén disponibles en un radio de 15 minutos a pie o en bicicleta para todas las familias—, concluye Juan Carlos.

Las Ciudades de los 15 Minutos son un modelo urbano donde todos los servicios esenciales —comercio, escuelas, parques, centros de salud y lugares de trabajo— están ubicados a no más de 15 minutos a pie o en bicicleta. Este concepto, que nace en Europa, busca reducir la dependencia del automóvil, disminuir la huella de carbono fomentando así el desarrollo de comunidades más saludables y conectadas.

La idea fue popularizada por el urbanista franco-colombiano Carlos Moreno, quien destaca los beneficios de tener ciudades más compactas y accesibles. En una ciudad a 15 minutos, los residentes pueden satisfacer la mayoría de sus necesidades diarias sin tener que realizar largos desplazamientos, lo que contribuye a un estilo de vida más sostenible y equilibrado. Este enfoque no solo busca optimizar la eficiencia urbana, sino también reforzar el tejido social al permitir que las personas interactúen más con sus vecinos y su entorno.

Esta idea ha sido aplicada en Paris, Melbourne, Copenhague, Bogotá y Barcelona. En Prohabit, estamos convencidos que en nuestro país podemos emular este concepto y Papudo podría ser una de las primeras comunas en lograr la implementación de este sistema.

—Nuestro equipo en Punta Puyai está comprometido con el desarrollo de comunidades sostenibles y bien planificadas—, asegura Juan Carlos.

—Mi sueño es ver a Papudo convertirse en un modelo de comunidad sostenible y autosuficiente en no más de 7 años, donde el tejido social se fortalezca día a día gracias a las interdependencias de vivir juntos. Papudo hoy cuenta con todos los servicios locales necesarios para que las familias vivan aquí, y como empresa hemos generado el escenario propicio para que las familias tengan buenas vías de tránsito y conexión, como también generado los esfuerzos suficientes para preservar los estupendos parques de la zona. Todo esto para que las familias puedan disfrutar en sus hogares—, concluye Juan Carlos, con una mezcla de satisfacción y brillo en sus ojos.

Después de la pandemia del coronavirus, Punta Puyai dejo de ser un sector exclusivo de veraneo. Muchas familias decidieron establecerse de forma permanente en Papudo, lo que ha llevado a que aproximadamente el 50% de la población local resida hoy en las orillas de la playa.

—Estamos inspirados por los conceptos de planificación urbana de última generación que integran accesibilidad, movilidad y sostenibilidad. Buscamos y promovemos salud urbana para todas las familias de Chile—, declara.

La trayectoria y liderazgo en proyectos clave han demostrado que, con una planificación adecuada y una visión clara, es posible superar desafíos y crear comunidades que no solo mejoren la calidad de vida de sus residentes, sino que también contribuyan a un planeta cada vez más saludable.

Este enfoque holístico hacia el desarrollo inmobiliario promete inspirar a otros en la industria y a las futuras generaciones de urbanistas y desarrolladores.

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