El mercado inmobiliario ha evolucionado.
Hoy, quienes buscan una segunda vivienda o una propiedad destinada a renta corta no solo se fijan en la ubicación o el precio del metro cuadrado: también valoran la experiencia que ofrece el proyecto. En ese contexto, los amenities —espacios comunes pensados para el disfrute, el trabajo o el descanso— se han convertido en un factor clave de diferenciación y valor agregado en el mercado.
¿Estás evaluando invertir en una propiedad con fines turísticos, de arriendo por temporadas o como alternativa de escape personal? Aquí te explicamos por qué elegir un proyecto con amenities marca una gran diferencia.
Una propiedad con piscina, quinchos, cowork, gimnasio o rooftop tiene mucho más potencial para destacar en plataformas como Airbnb o Booking.
Hoy, los viajeros buscan más que una cama: quieren un espacio que les ofrezca comodidad, ocio y servicios sin salir del recinto. Estos atributos no solo aumentan las reservas, sino que permiten cobrar tarifas más altas por noche.
Los amenities bien diseñados —especialmente en zonas urbanas o turísticas— permiten atraer distintos perfiles de huéspedes: desde ejecutivos en viaje de negocios hasta parejas o familias que buscan una estadía cómoda y funcional.
Esto se traduce en una ocupación más estable y continua durante todo el año, incluso fuera de temporada alta.
Si tu idea es usar la propiedad como segunda vivienda para escapadas personales o fines de semana, los amenities te permiten disfrutar de una experiencia superior, sin tener que preocuparte por mantener una casa en la playa o en el campo.
Desde entrenar en el gimnasio hasta hacer un asado con amigos en el quincho, tienes todo lo que necesitas sin salir del edificio.
Un proyecto con amenities bien integrados y gestionados no solo mejora la calidad de vida de quienes lo habitan: aumenta su valor en el tiempo.
Estas características se han transformado en un estándar de calidad que impacta positivamente la plusvalía, haciendo tu inversión más rentable en el largo plazo, tanto si decides seguir arrendando como si optas por vender.
Invertir en una propiedad con amenities te da flexibilidad total: puedes usarla como segunda vivienda, como renta corta o incluso como arriendo tradicional.
Esa versatilidad es clave en un mercado cambiante, donde poder adaptar el uso de la propiedad a distintas necesidades es un valor en sí mismo.
En Grupo Prohabit, diseñamos proyectos pensando en las nuevas formas de habitar, trabajar y disfrutar los espacios. Por eso, nuestros desarrollos integran amenities de calidad que potencian la vida cotidiana y elevan el estándar de inversión.
Si estás pensando en una segunda vivienda o en un modelo de renta corta, este es el tipo de propiedad que te dará una ventaja competitiva real.
Conoce nuestros proyectos y da el siguiente paso en tu inversión.
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