Nicolas Iribarren, arquitecto propietario de Planobase, una empresa externa que colabora estrechamente con Grupo Prohabit en diversos proyectos arquitectónicos, se nos sienta a conversar sobre la visita a MiraOlas que tuvo lugar a finales de julio.
—Cuéntanos Nicolás, ¿Qué fue lo que ocurrió en la visita a obras? —
Bueno mira, esto había sido una idea que finalmente pudimos concretar a finales del mes pasado, junto a un grupo de directores e inversionistas de MiraOlas, en donde nos reunimos en un grupo de trabajo para visitar y evaluar el estado de obras de este proyecto.
Un complejo de tres etapas que incluye 400 departamentos en pleno corazón de la playa allá en Peñuelas, Coquimbo. Un grupo que en total fuimos como 13 integrantes, entre los que destacan Rodrigo Bunster, Tomás Huidobro, Christian Steffens, entre otros.
—¿En qué etapa de la obra se encuentra el proyecto? —
Tras recorrer piso a piso de la obra, los ingenieros nos explicaron que la obra gruesa del proyecto ya está terminada.
¡Un verdadero hito que logró levantar un edificio de 16 a tal proximidad de la costa!
—Según tú, Nicolás, ¿cuáles son los principales puntos fuertes de MiraOlas? —
Para mí, la distribución de los departamentos me parece de lo más interesantes. Es un desafío y ciertamente una hazaña el haber podido construir este complejo en bandera al mar.
En el recorrido nos dimos el tiempo de recorrer terraza por terraza el proyecto. Así nos dimos cuenta de que los departamentos tienen una vista muy despejada al mar y que los espacios están muy bien optimizados.
Hay que entender que este es el último proyecto que tiene permiso de edificación con este nivel de altura.
Por lo tanto, estamos en presencia de los últimos departamentos a este valor en el sector.
—¿Con qué impresión se fue el grupo? —
Todos teníamos la sensación de que este es un proyecto emblemático. Y la visita ciertamente ayudó a consolidar la convicción y visión de esta obra.
Dada la proximidad a los principales focos turísticos y de atracción de Coquimbo la impresión, a primeras es muy buena. Pero una vez estás ahí y logras respirar el ambiente de Peñuelas te das cuenta de la importancia del proyecto en el sector.
—¿Cuáles son tus perspectivas a futuro? —
MiraOlas presenta un desafío de largo aliento. Son tres etapas por lo que debemos tener paciencia.
Los precios en el sector van a subir ya que lo que se construirá va a venir con una menor densidad. Esto sin duda es una posibilidad muy real para poder seguir creciendo en el sector y hacernos un nombre en la zona con este hito de construcción en bandera al mar.
Y en lo personal, encontré muy entretenido, muy interesante el poder contar con este tipo de iniciativas. Aquí pudimos ver, como grupo de inversores, insitu el desarrollo de la obra.
Esta experiencia me hizo ver valiosas lecciones sobre cómo impulsar el desarrollo inmobiliario e innovar en las relaciones que tenemos con nuestros socios. El crear conexiones a través de experiencias de camaradería como estas, establece un nuevo modelo de interacción fortaleciendo los lazos y abriendo nuevas oportunidades para el sector.
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